Si bien la
indigestión es una de las principales dolencias navideñas, la verdad es que es
prácticamente imposible contenerse ante las deliciosas comidas de estas fechas.
Evitando los
alimentos que de antemano sabemos que son muy indigestos (determinadas carnes
muy ricas e grasas, muy condimentadas, postres con alto contenido graso, etc)
Procurando comer
de todo pero en pequeñas cantidades,
cuando nos sea muy difícil renunciar a ciertos alimentos.
Tomando
alguna infusión digestiva.
Dejando
transcurrir por lo menos 2 horas entre
la cena y el momento de ir a dormir.